28 junio, 2007

Al mundo le falta un tornillo


¿De vez en cuando te surgen dudas sobre la marcha de nuestro mundo actual? ¿Te has preguntado cómo la comunidad internacional está afrontando los distintos flagelos que aún no hemos resuelto como humanidad?

Precisamente, los Objetivos de Desarrollo del Milenio constituyen un desafío que se fijado la comunidad mundial. Básicamente, es un compromiso internacional para los países pobres, que deben demostrar una buena gestión de gobierno, y para los países ricos, que deben cumplir su promesa de respaldar el desarrollo económico y social.


Hoy te presento un particular atlas desarrollado por el Banco Mundial, donde se puede apreciar fácilmente la realidad mundial discriminada por países en relación a los 8 grandes Objetivos: tendencias de pobreza y malnutrición; gastos de los países en educación; igualdad de género en relación al empleo y la educación; índices de mortalidad infantil y materna; situación de las deudas externas; etc.

Por ende, es una herramienta invaluable a la hora de conocer los datos estadísticos que se manejan para enfrentar estos desafíos. El sitio está disponible en los idiomas inglés, francés y español.


20 junio, 2007

El monstruo en el ropero

Hoy quiero compartir con ustedes este excelente editorial escrito por mi compañera, Cecilia Sánchez, para el Boletín Nº 106 del IARSE.

Hace unos días, cinco niños de entre 3 meses y 8 años, dos madres adolescentes de 13 y 14, y un joven de 22 años murieron en Villa Valeria (localidad ubicada en el sudoeste de la provincia de Córdoba), al incendiarse un vagón de tren donde vivían. Aparentemente, los ocupantes estaban tratando de combatir el frío con una estufa en malas condiciones. A simple vista, la tragedia podría inscribirse en el marco de las muertes que ocurren todos los inviernos por problemas relacionados con calefactores fallidos, pérdidas de gas, inhalaciones de CO2, entre otras.

Sin embargo, a este caso se le agrega un dramático ingrediente que no tuvo mucha difusión y fue opacado por la magnitud de la noticia: estos niños formaban parte de grupos de “trabajadores golondrina” que por temporada van migrando indefinidamente en busca de trabajo. Por lo visto, los trabajadores vinieron a estos pagos tentados por las prósperas cosechas del sector agrícola cordobés. Las familias trabajaban en zonas aledañas al lugar y no tenían casa, por lo que no les quedó otra que vivir en un tranvía abandonado. Según el diario La Voz del Interior, luego de la tragedia, el gobierno prometió trasladar a los sobrevivientes (en los vagones vivían dos familias) a un galpón, hasta tanto se les pudiera conseguir una casa.

Pero surge el interrogante: ¿es sólo responsabilidad del Estado? ¿A quién (o quiénes) se debe adjudicar la responsabilidad por la suerte de esas personas? El hecho trae a la memoria otro suceso, con algunos puntos en común, ocurrido en Buenos Aires durante el 2006. Un taller de costura clandestino se incendió dejando como resultado dos costureros y cuatro niños muertos. La amplia difusión pública del acontecimiento fue disparador de numerosos reclamos, denuncias e investigaciones sobre la realidad del sector textil argentino. En marzo del corriente año, los dueños del taller fueron procesados por “Incendio culposo seguido de muerte”. Podría decirse que el tema ha dejado de ser ajeno para una sociedad que muchas veces oculta estos “monstruos” en el ropero.

Como ejemplo de los avances logrados, cabe citar un informe presentado hace unos días en Argentina titulado: “Quién es quién en la cadena de valor del sector de Indumentaria Textil”. Realizado conjuntamente por Fundación El Otro, Red Puentes Argentina e Interrupción, el estudio buscó relevar a los actores involucrados en la cadena de valor de la industria textil y de indumentaria en nuestro país, que directa o indirectamente están vinculados a la problemática del trabajo esclavo en los talleres de confección. Según los datos obtenidos, el sector dio cuenta de un movimiento en el comercio de prendas por u$s 5.000 millones en 2005.

Sin embargo, “representa el 25% del trabajo no registrado en el país” y se ha probado que involucra “la trata de personas y el trabajo esclavo”. El siniestro en el taller también llevó a que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) lanzara en 2006 el Programa de Certificación Voluntaria “Compromiso Social Compartido” para empresas de indumentaria. De acuerdo con el organismo, la iniciativa se implementó ya que no podría concebirse la “calidad” de un producto fabricado bajo condiciones degradantes de la condición humana o el ambiente. Funciona así: una vez que las empresas han cumplido determinados requisitos, han sido auditadas por el Instituto y tienen además implicada en el programa a toda su red de proveedores, reciben del Instituto una certificación que acredita su compromiso.

Así, la compañía se destaca ante sus competidoras por ofrecer al mercado lo que se dio en llamar “Ropa Limpia”. Una iniciativa de estas características parte de la premisa de que una empresa (por más pequeña que sea) no puede desentenderse de lo que pasa a su alrededor y, menos aún, de lo que ocurre a lo largo de su cadena de valor.

El impacto que nuestro producto/servicio tenga, debe ser medido también en función a sus condiciones de producción. La manera más sencilla de cuestionarse si estamos haciendo bien las cosas, es plantearse cómo la empresa hace su dinero; cómo hace sus productos. Esto sirve para no enterarnos luego de que manos infantiles cosen pelotas de fútbol que patean jugadores como David Beckham o Ronaldinho; que niños mejicanos bordan disfraces de Barbie o Harry Potter que otros niños norteamericanos utilizan en Halloween; que esclavos de origen boliviano confeccionan prendas que visten nuestros hijos todos los días; por citar unos ejemplos.

Indudablemente, a este tipo de actitudes deberá corresponderle una ciudadanía que premie o castigue con su compra. ¿De qué sirve que una empresa fabrique de manera responsable, si los consumidores se guían por otras motivaciones a la hora de adquirir un bien o un servicio? Asimismo, deberá sumársele un Estado que regule, fiscalice y castigue, sobre todo la violación de las leyes de trabajo vigentes. A la investigación sobre el sector textil y a la iniciativa del INTI, se suma el Proyecto de Ley presentado recientemente por dos diputados titulado “Certificados Libre de Mano de Obra Infantil” destinado a productos, servicios y/o empresas.

De acuerdo con el boletín de noticias de ComunicaRSE, el sello buscaría avalar la “no utilización de mano de obra infantil sobre la producción de bienes y servicios en todo el territorio de la República Argentina”. De aprobarse, las empresas de producción agropecuaria, industrial, manufacturera y/o de servicios que trabajan en el país, podrán adherirse en forma voluntaria al sistema de certificación.

Proyectos de ley, investigaciones, certificaciones, conciencia. Pequeños pasos. Quizás algún día las acciones vengan antes que las tragedias. Tal vez en un futuro podamos dar cuenta de que alguien se preocupó de que a las verduras que comimos en el almuerzo las recolectaran trabajadores con una casa a la cual volver después de la cosecha, en vez de un vagón con una estufa rota.

Cecilia Sánchez
Área de Comunicaciones IARSE
csanchez@iarse.org

12 junio, 2007

¿Cuáles son las compañías más "éticas" del mundo?


La revista Ethisphere, una publicación norteamericana dedicada a difundir aspectos vinculados a la relación entre la ética y los negocios, publicó la lista de las “Compañías más Éticas del Mundo”. Las empresas elegidas fueron reconocidas por el fuerte liderazgo que ejercen en el cumplimiento de sus conductas éticas, la avanzada visión sobre dicho tema y la perspectiva social en la industria, y el compromiso positivo con las comunidades en que operan.

Los editores de la revista seleccionaron alrededor de 100 firmas empresariales de una lista de más de mil compañías globales, las cuales fueron analizadas por más de seis meses. “Este fue un riguroso proceso que identificó un selecto grupo de empresas que eran singulares en sus industrias en relación a su compromiso en el liderazgo ético y la responsabilidad social empresaria en sus mercados. Estas organizaciones van más allá de elaborar declaraciones sobre la ética en los negocios; ellas traducen esas palabras en acciones”, dijo Alex Brigham, editor ejecutivo de la revista Ethisphere.

El proceso de selección incluyó la revisión de los códigos de ética de las empresas, históricos de litigios e infracciones regulatorias, evaluaciones de inversión en innovaciones y prácticas de negocios sustentables, y la verificación de las actividades de las compañías en la mejora de la ciudadanía corporativa.

Además se realizó un estudio de los nombramientos designados a ejecutivos senior, pares de la industria, proveedores, clientes, y focus gropus con consumidores para obtener sus feedback. La revista Ethisphere posee una circulación global de 65 mil ejemplares y entre sus lectores se encuentran miembros de consejos globales, CEO’s, consultores, jefes de departamentos de ética y compliance e inversores. Como medio de comunicación gráfico, ofrece recomendaciones sobre cómo aumentar la participación de mercado y las ventajas competitivas sustentables mediante prácticas de negocios éticas y ciudadanía corporativa.

05 junio, 2007

La nueva moda de las "bodas ecológicas"

Los “matrimonios verdes” están aumentando cada vez más en el Reino Unido. Las parejas británicas están llevando a cabo matrimonios más ecológicos intentando reducir el impacto de sus enlaces sobre el medio ambiente. Vestidos de bodas reciclables, comidas producidas localmente de forma natural –“bio-menús”- o el traslado de los invitados en bicicleta, son algunas de las iniciativas adoptadas en torno a esta tendencia.

Hace un año no había nada ecológico en los matrimonios”, afirma la especialista en organización de enlaces ecológicos, Ruth Culver. Sin embargo, en la actualidad, “todas las semanas se presentan lugares, productos y servicios especializados”, añadió Culver. Culver recuerda el ejemplo de la actriz británica Liz Hurley, quien a través de su fastuosa boda “rompió con todas las reglas de los matrimonios verdes” y fue nombrado el enlace menos ecológico por el periódico “The Independent”, que estudió minuciosamente cada detalle del enlace para determinar su impacto ambiental.

Según algunas estimaciones, la boda que llevó en avión a docenas de invitados de Reino Unido a India -país de origen del novio- produjo 200 toneladas de emisiones de CO2, más de lo que los viajes de una pareja promedio producen en diez años.

Un ejemplo bien distinto es el de la futura novia Libby Smith, que celebrará su boda en Irlanda el próximo verano, y quien para compensar el impacto ambiental de su enlace, tiene previsto usar la iglesia parroquial que está “literalmente pegada a su domicilio”, por lo que la mañana de la boda “las damas de honor y yo iremos a la iglesia caminando”, afirmó Smith a la prensa local, que se hace eco en un reportaje de esta nueva forma de celebrar los matrimonios.

Además, no sólo para las ceremonias se tiene conciencia ambiental. La moda en Reino Unido es que los regalos sean “verdes” también. Después de que las listas de obsequios en entidades de caridad recaudaran millones de libras la pasada navidad, las organizaciones ecologistas WWF y Amigos de la Tierra (Friends of the Earth) han lanzado servicios similares para los matrimonios. Así, los invitados pueden realizar donaciones a fundaciones u ONGs en nombre de los recién casados, sumando 20.000 libras al mes de media (unos 15.000 euros, aproximadamente) a causas ecológicas y éticas.

Según activistas de Amigos de la Tierra, esta “moda” se explica ya que, en ocasiones, “muchas personas sienten que mientras adquieren un gran compromiso con el otro les gustaría hacer algo por el bien del planeta también”.

Otro ejemplo es el de Sarah Webber, británica de 30 años y residente en Australia, que planea reducir el impacto ambiental de su boda realizando una ceremonia en Australia y una posterior fiesta en Reino Unido para evitar que los miembros de las respectivas familias tengan que trasladarse. También está asegurándose de que el buffet de la celebración esté compuesto de productos locales. “No somos hippies malhumorados, pero pensar de dónde vienen las cosas es parte de nuestro estilo de vida”, afirmó Webber.

Fuente: Semanario Digital de la Responsabilidad Social Empresaria, en
www.responsables.biz

La “cruzada verde” se apodera de la banca

El calentamiento global, el cuidado del medioambiente y la responsabilidad social empresarial son temas que durante esta década han tomado cada día una mayor preponderancia en la agenda nacional y global. Y la banca no se ha quedado ajena a esta preocupación mundial.

De hecho, mediante la firma en 2003 del acuerdo “Los Principios del Ecuador”, la banca se comprometió por primera vez a darle un espacio a la evaluación de los riesgos medioambientales en el proceso de autorización del financiamiento de proyectos de minería, forestación, industria metalúrgica, agricultura, energía, gas y plantas hidroeléctricas, entre otros.

Así lo cuenta el presidente del banco ABN AMRO Chile -entidad fundadora de Los Principios del Ecuador a nivel mundial-, Víctor Toledo. “Éste es, a mi juicio, el cambio más importante y profundo ocurrido en esta industria en los últimos 25 años. Este tema vino a quedarse y cambiará la forma de hacer negocios globalmente”, acota. “En febrero de este año un grupo de científicos en París determinó, por primera vez, que existe evidencia de calentamiento global producido por la mano del hombre. Esto, ha venido cambiando las empresas y al gobierno. Entonces, se ha involucrado a través de mirar los proyectos a financiar, pasándolos por un cedazo que asegure que estos proyectos cumplen con criterios de sustentabilidad”, agrega.

A estas alturas, los bancos suscriptores de estos principios –10 en un inicio- ya suman 51.

- ¿Por qué surge esta inquietud en ABN AMRO?
- Somos uno de los fundadores de los Principios del Ecuador. Esto tiene que ver con un trasfondo político, que es el Protocolo de Kyoto, donde los gobiernos se comprometen a disminuir y reducir las emisiones de CO2. Ahora, los bancos y el sistema financiero en el mundo están haciendo esto porque afecta el core (núcleo) del negocio. Si un banco financia proyectos que tienen un impacto ambiental negativo, el valor de los activos, ciertamente se verá afectado.

- Entonces, tiene un trasfondo lucrativo…
- Por supuesto. Al final, esto tiene un propósito positivo, pero también tiene que ver con el core del negocio. Un activo o un proyecto que está sujeto a tener problemas por contaminación, o porque no es sustentable, es un mal activo y, si el crédito no es un buen crédito, aumentará su riesgo y el balance del banco será más castigado. El activo podría llegar a ser incobrable.

Los alcances

- ¿Cómo opera la evaluación de un proyecto sustentable?
- Con gente experta que hace un advice (consejo) de si un proyecto es financiable y si cumple con los criterios de sustentabilidad.

- ¿Y se han rechazado proyectos?
- Sí, se han rechazado proyectos. Tengo una estadística a nivel mundial, que dice que al año 2005 de 1.300 proyectos se declinó participar en 72, es decir, un 5% aproximadamente a nivel mundial.

- ¿Y cómo enfrentan el hecho de que se les escapen proyectos?
- Convengamos algo, los bancos quieren hacer negocios y nuestro rol es que éstos se concreten bajo los criterios de sustentabilidad.

- ¿Entonces, hasta dónde tienen que cumplir con estos criterios?
- Hay una restricción política del banco. Por ejemplo, si estamos hablando de proyectos que incorporan talar un bosque nativo, serán más difíciles de financiar que los que no tienen impacto medioambiental. Ahora, el sistema financiero ha ido desarrollando productos para producir compensaciones. Las empresas que ahorran en emisiones de CO2 pueden emitir bonos de carbono y pueden venderlos en el mercado financiero. Y éstos pueden ser comprados por empresas que tienen un exceso de emisiones de tal manera de poder compensar.

(*) Artículo escrito por Francisca Garrido P. Publicado el 11/05/2007 por el Diario Financiero de Chile
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